Capítulo 1:

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Mohawks y bebidas mixtas

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    Los viejos ventiladores oxidados en un sistema de poleas circulan en el techo, llenando el aire con el olor a óxido y a edad, y el susurro de una corriente.  El olor se mezcla con el aserrín rancio y las cáscaras de maní tapizan el piso.   Paso mi lápiz por mi cuaderno de bocetos, estoy sentado en una mesa de madera dorada rayada y gastada.  Tiene un brillo muy pulido debido a años de limpieza.      

    Termino la oreja en el dibujo de una pequeña criatura parecida a un roedor con ojos enormes.  Junto al dibujo, empiezo a trazar un mapa de cómo se verían sus hebras de péptidos en una molécula de ADN si existiera.

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    Se me eriza el pelo de la nuca cuando una voz muy masculina suena, casi, en mi oído.  "¡Oh que bonito!"  Este comentario condescendiente me hace mirar al hombre mohawked azul eléctrico demacrado.  Sus caninos se asoman a través de sus labios y sé que estoy mirando a un vampiro recién cambiado.   Mis ojos vagan por sus brazos sin mangas y noto los tatuajes de víboras rodeándolos, resaltando los músculos finamente tonificados.   Miro su rostro y contemplo su sonrisa burlona, brillando con la luz de sus varios pendientes que atrapan las llamas de una vela parpadeante sobre la mesa.

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    Miro más allá de él.  Me encuentro con los ojos azules de otro hombre que lleva delantal y mesas de limpieza.   Me da una sonrisa de complicidad.   Es el barman jefe de este establecimiento, de este bar poco conocido llamado Sangria que atiende a la comunidad de muertos vivientes de Portland. Está ubicado en el sótano del edificio al sur del pub irlandés Kell's.  Tomo un respiro mientras la habitación tiembla mientras un tren ligero MAX pasa rápidamente por SW 2nd Street. Pone los ojos en blanco, llena la papelera y se aleja.

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    Tomo un sorbo de la dulce y roja Shirley Temple sentada frente a mí.  El sabor de la cereza falsa me hace sonreír.  Mi mirada se detiene en la cabina frente a la mía, donde un hombre suave con cabello rojo y rizado me da una sonrisa llena de dientes que revela sus largos caninos antes de comenzar a hablar con el rubio ebrio que está sentado a su lado.  Ella se ríe y comienza a tener hipo.   Yo también lo conozco.  Es Mothius, lo más parecido a un líder vampiro en el área de Portland. Nos toleramos a regañadientes.  Intento no pensar en lo que está haciendo mientras lo veo comenzar a acariciar el cuello de la mujer.

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    Miro hacia atrás al hombre Mohawked.  Hago un gesto hacia el asiento frente a mí.  "Gracias por el cumplido, señor?"

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    Agarra mi bebida mientras se desliza hacia la cabina frente a mí.   Toma un trago de mi vaso y comienza a tener arcadas. "¡Eso no es sangre!"

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   Me divierte, "Por supuesto que no, no bebo sangre".  Lo digo como si fuera un hecho, como cualquier otra opción sería ridícula.  Miro hacia atrás en mi dibujo.  No estoy seguro de que sea un animal viable para mi proyecto actual.

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   Se sienta y frunce el ceño, luego pone una expresión aburrida en su rostro.  "¿Qué estás haciendo en un Vampire Bar, estás perdido, pequeño?"

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   Quiero reír; acaba de conseguir el tipo correcto de entonación que imagino que una araña le diría a una mosca.  Me siento más derecho; antes de hablar, me aseguro de incluir la frecuencia de comando en mi voz que asegura una respuesta.  "Servicio comunitario, ¿cómo te llamas?"

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